domingo, 3 de abril de 2011

Pérdidas

No sabia bien sobre que escribir hoy, pensaba en escribir sobre un compañero que hoy se cambiaba de turno, en realidad tenia la esperanza de poder convencerlo, sobornarlo o lo que sea para que se quedara, pero bueno, obviamente no lo logre y estoy triste, Osmar se llama, y es un hombre sencillo, trabajador y muy buena gente, empezó en diálisis en diciembre del 2009, me acuerdo porque el día que vino hablamos y yo le dije que había elegido el mejor turno que podía elegir. Y hoy, un año y medio después, se va, ya se que debe tener alguna buena razón, como la tuvo Washinton en su momento, lo que pasa es que yo creo que ellos no entienden mi modo de ser, yo solía ser como ellos, no quería aferrarme a la gente de diálisis, me parecía una actitud innecesaria ya que cuando uno empieza este tratamiento al principio tiene la ilusión de no permanecer demasiado tiempo, pero los días pasan, los meses, los años y la vida sigue, y en cuestión de momentos uno se encariña.

Tuve una gran resistencia a esto de encariñarme con pacientes, con el personal fue mas fácil, o sea, ellos no deben encariñarse y al saber eso yo la distancia es un poco mayor. 

En los anteriores centros tuve mas precaución de hacer relaciones con todos, en el primero, cuando me cambie no fue grave, y a decir verdad ya no me acuerdo de nadie, cuando pase al segundo, y tuve la desgracia de contagiarme hepatitis C en el tratamiento, toda la gente con la que supuestamente había hecho una relación, médicos, técnicos, mucamas, todos se hicieron los boludos y nadie se hizo cargo, entonces me di cuenta que a la hora de enfrentar una situación así, cada uno protege sus intereses y el paciente solamente es un numero mas, me volví a cambiar de centro y comencé en el que estoy actualmente.

Con eso aprendí que no debía encariñarme con nadie, me volví desconfiada, empece a pensar que diálisis tenia que ser una parte insignificativa de mi vida, solamente ir, dializar y volver, no relacionarme con nadie. 
Así lo viví los primeros tiempos en este centro, dormía las cuatro horas, no saludaba a nadie, y se que me tenia catalogada como la mas ortiva del turno, pero bueno, era mi modo de protegerme.

A decir verdad, esa no era yo, el que me conoce sabe que yo no soy así, y bueno esa actitud mucho no me podía durar, de hecho cuando pase a la trasnoche donde iba a tener compañeros y personal de la clínica todos nuevos, decidí que era una buena razón para mostrarme tal cual era, sacar esa caparazón de tortuga que me dejaba tranquila y al que no le guste que cambie de canal... creo hoy por hoy que fue la mejor decisión que tome, empece a ser yo misma, a encariñarme si se daba la relación, a conocer a quienes me rodeaban, a saludar, y a compartir y a hacer de ese lugar un lugar en el que quería estar. 

La primer perdida que sentí, fue la de un compañero llamado Roberto, nunca lo conocí demasiado, pero si supe que no quería vivir, el simplemente lo sabia, y no intentaba que eso cambie, se dejo estar, y poco a poco fue deteriorándose todo su cuerpo, no tardo mucho en pasar a mejor vida, y fue muy fuerte, cuando llegue un jueves y pregunte porque no había venido Robert, como le decíamos, que se yo, supongo que esas cosas pasan siempre, pero es tan distinto cuando uno lo vive de un modo que le importa. 

Cuando yo estaba en mi época ortiva, un compañero, Maxi se trasplanto y nunca me entere, creo que dos meses después se me dio por preguntar y me entere que se había ido por esa razón (el motivo por el cual uno deja diálisis puede ser el mas feliz de tus motivos o la peor de las razones)

Y bueno básicamente, todo ese royo que tengo, es el que hace a mi mal estar de hoy, sencillamente no quiero que se vaya, ni las diálisis ni los viajes ni nada va a ser lo mismo sin Osmar, ayer logre convencerlo de que si no le gustaba el turno al que iba que volviera a este, creo que es demasiado pero bueno a mi no me alcanza, casi nunca, lo se.

Siempre supe que sacarme el caparazón me iba a traer satisfacciones y desilusiones... hoy es una desilusión, a pesar de que las satisfacciones fueron muchas. Se que nunca me voy a olvidar aunque me trasplante, aunque me cambie de centro, aunque alguien no este mas por cualquier razón de ninguno de ellos, así como tampoco me voy a olvidar de Osmar, con quien tengo el deseo de seguir viéndome, porque las relaciones que continúan por fuera de la clínica, son verdaderas, y quiero que esta lo sea.

2 comentarios:

Marina dijo...

Aly!! me hice una cuenta para seguir tu blog jaja no tenia idea como era eso y me mandaron un codigo por telefono (que cabraaunnn!). Bueno, aca va el comentario que quería escribirte y no sabía como m.. publicarlo =oP

Fuerza! que cuando un amigo se va otro llega. Quien sabe otra persona esté pensando cambiarse de turno y caiga en el tuyo, y asi como Osmar, otro mas no se podrá librar de Aly!!!!
Como vos decís: las verdaderas amistades son las que continúan aún fuera del ambito donde se iniciaron. Así como nosotras Alyson, que seguimos siendo amigas aunque dejamos de estudiar en el mismo salón, aunque hayamos terminado el colegio, aunque ya no vivamos en el mismo país. Te extraño, esa es la verdad, pero te siento tan cerca como siempre amiga.
Gracias por contar tus experiencias, porque creo que muchos no nos damos cuenta lo difícil que es todo eso, hasta que una persona valiente como vos cuenta su historia.
Besotes hermosa!!!
Te quiero amiga!!!

La Diálisis y Yo: Esperando El Milagro dijo...

PERRA HERMOSAAAAAAA que lindo todo lo que m escribistee!!!!!! sabes q t extraño un monton y q tb estas muy muy cerca mio, en mi corazon y tb se q mas alla de la distancia sos Mari , siempre estas, te quiero mucho mucho , y gracias amiga siemplemente gracias!!!